Ari en el mundo

Hice mi primer Panchakarma

La razón que terminó de darle sentido, claridad y dirección a mi viaje a la India fue hacer mi primer Panchakarma.

Un Panchakarma es un proceso desintoxicativo ayurvédico. Sí, de esta milenaria ciencia de vida que surgió en India, el Ayurveda. Para mí, significaba darle a mi cuerpo una dosis de amor y cuidado, tanto por dentro como por fuera, en señal de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí durante más de 40 años. También era una forma de prepararlo para seguir adelante con salud, energía y vitalidad por muchos años más.

¿Cómo llegué al Panchakarma?

Como te conté en Del mat a la India: Mi viaje de yoga, Ayurveda, sincronicidad y autodescubrimiento, hace unos años comencé a estudiar Ayurveda en línea. Aunque no terminé el curso por falta de continuidad, las nociones básicas quedaron en mí, y la vida, años más tarde, me puso la oportunidad de unirme al viaje que mi maestra organizó para peregrinar por la India y realizar un Panchakarma.

Cuando decidí ir, tenía claro que este viaje era un gran regalo por mis 40 años. Aprender Ayurveda en teoría no es lo mismo que experimentarlo en carne propia, así que esta era mi oportunidad para vivirlo. No sabía exactamente cómo sería el proceso ni si sería fácil o difícil, pero algo en mi interior me decía que debía experimentarlo.

Mi Panchakarma en Kerala, India

Realicé mi Panchakarma en Kerala, una región conocida por sus múltiples centros especializados en esta terapia. Mi viaje fue completamente coordinado por la organizadora, quien eligió Somatheeram, un resort ayurvédico donde cada día recibíamos tratamientos.

Nuestro grupo se dividió en dos: algunos estuvieron en Somatheeram y otros en Ayursoma, otro hotel junto al primero, de categoría y precio más alto. Aunque Ayursoma tenía acceso directo a la playa, a mí me encantó Somatheeram. Su energía, rodeada de naturaleza, las cabañas individuales y la calidez del personal hicieron que me sintiera en un espacio ideal para este proceso, me sentía en casa.

¿En qué consiste un Panchakarma?

El primer día, nos hicieron llenar un cuestionario detallado sobre nuestra historia de salud, estilo de vida y antecedentes familiares. Con base en esta información, el médico a cargo nos realizó una consulta individual para determinar nuestro dosha (nuestra constitución ayurvédica) y detectar desbalances. Dependiendo del diagnóstico, se definían los tratamientos específicos para cada persona.

A cada uno nos asignaban un horario fijo diario, en mi caso a las 2:30 p.m. recibía mis terapias durante dos horas. La doctora principal me revisaba diariamente y, según mi estado, determinaba el tratamiento del día. Me atendían dos terapeutas, siempre las mismas, lo que generó un vínculo de confianza y comodidad.

Los tratamientos más sorprendentes

La experiencia fue un verdadero regalo para el cuerpo y el alma. Durante 21 días, recibí tratamientos variados, todos profundamente relajantes. 

  • Empezar todas las sesiones sentada mientras con el aroma del incienso, el lugar a media luz y la terapeuta haciendo un masaje en la cabeza, espalda, pecho y brazos, al sonido de su canto de mantras. Un momento que te pone a tono.
  • Masajes a 4 manos (Abhyangam): Dos terapeutas masajeaban mi cuerpo con aceites calientes, una sensación indescriptiblemente placentera.
  • Masajes con saquitos de arroz medicinal: Estos saquitos, impregnados con aceite caliente, se aplicaban a golpes suaves para relajar y desinflamar el cuerpo.
  • Baños herbales y de leche, la tina con agua de rosas, el vapor: Un apapacho total para la piel.
  • Sirodhara: Aceite medicinal caliente cayendo de forma constante sobre la frente durante 40 minutos. Siempre me quedaba dormida con esta técnica.
  • Masajes faciales: Perfecto para el cuidado de la piel, usando una mascarilla de acuerdo a las necesidades de cada piel.

Y, por supuesto, los dos tratamientos que más miedo me daban antes de hacerlos:

  • Enema ayurvédico: Se introduce un aceite medicinal para limpiar el colon. Aunque tenía mis reservas, la experiencia fue menos incómoda de lo que imaginé.
  • Purga: Un proceso de limpieza interna que, en mi caso, fue muy suave y sin molestias.

Y otros un poco más excéntricos como el masaje con pies, el Sirovasthy que era colocar aceite en la cabeza que lo depositaban en una especie de sombrero tipo cocinero que te pegaban al cabello; la limpieza de oídos con humo medicinal, el kativashti que es para tratar alguna zona específica haciendo un aro con una masa especial y luego ahí vierten aceites; o uno similar pero en los ojos donde te ponen ghee, una sensación muy peculiar. En fin, esto por mencionarte solo algunos de los tratamientos que me realizaron. 

Más allá de los tratamientos: Un viaje de bienestar

El Panchakarma no es solo una serie de masajes y terapias; es un proceso integral. Se complementa con una alimentación ayurvédica balanceada y clases diarias de Hatha Yoga, ideales para potenciar los beneficios de la desintoxicación y estar en un estado de calma y relajación absoluta.

Durante estos 21 días, pude desconectarme del ruido exterior y conectar con mi cuerpo, escucharlo y atenderlo con amor. Fue un recordatorio de lo importante que es darnos tiempo para nosotras mismas, para cuidarnos y renovar nuestra energía.

¿Vale la pena hacer un Panchakarma?

Definitivamente, sí. Fue una experiencia transformadora que me permitió vivir el Ayurveda de manera profunda, mejorar mi bienestar y aprender a escuchar mejor a mi cuerpo.

Si alguna vez has considerado hacer un Panchakarma, mi consejo es: ¡Anímate! Encuentra un centro con buenas referencias, investiga sobre tu dosha y prepárate para un viaje de autodescubrimiento y sanación.

Me parece ideal para quien quiere darse amor y agradecimiento a su cuerpo; y para quien tiene alguna dolencia o enfermedad, lo consideraría una obligación probarlo como una herramienta alternativa. 

¿Te gustaría probar esta terapia? ¿Has tenido alguna experiencia con Ayurveda o tratamientos de desintoxicación? ¡Cuéntamelo en los comentarios! Y si crees que este artículo puede inspirar a alguien más, ¡compártelo! 💛 Ah, y si te gustaría vivir esta experiencia en la India, avísame, porque estoy planeando un proyecto del que si te interesa, me encantaría seas parte.

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